Menorca posee una de las historias más azarosas del Mediterráneo. Por su situación estratégica ha sido un enclave codiciado por imperios y piratas como Barbarroja, que saqueó Mahón en 1535. Calas rocosas de aguas turquesas, acantilados, restos megalíticos, fortificaciones, muros de piedra seca y las típicas casas blancas con porches son los escenarios de una isla plácida que esconde rincones mágicos y que se ha ganado a pulso, la mención de Patrimonio Mundial de la Humanidad, declarada por la UNESCO en 1993.
39°58′00″N 4°05′00″E
ISLA DE MENORCA
La esencia que guarda esta isla en su interior, es de un valor incalculable. Esta esencia es creada por sus antepasados y por la gente que viven en ella, los que la moldean, la guardan y la preservan tan única como es. Desde la cultura talayótica a la gastronómica, pasando por sus raíces culturales y tradicionales.
La costa menorquina, marcada por el litoral del norte mas salvaje y con acantilados, pero con playas de arena rojiza y calas de arena dorada. Y en un paisaje más cambiante en la costa sur, encontramos playas y calas de arena blanca y fina, de aguas turquesas y cristalinas rodeadas de pinos.
Dedicar amor y cuidar nuestra tierra, es la identidad que llevan los menorquines en la sangre. Y después de tanto sembrar y cultivar sus campos, finalmente han recogido su fruto, y es así como Menorca, fue declarada Reserva de la Biosfera el 1993, por la UNESCO, y también se otorgó la Reserva Marina de Biosfera más grande del Mediterráneo. Menorca transmite calma a través de su riqueza ecológica y paisajística tan valiosa como la naturaleza.
Menorca conserva en cada pueblo, parte de su historia. Desde la influencia inglesa en las edificaciones de Maó, hasta el gótico de la Catedral de Menorca, en Ciutadella. Los 7 faros que limitan la costa menorquina con el mediterráneo, y los imponentes puertos de Ciutadella, Fornells, y Maó, este último, considerado uno de los puertos mas grandes y naturales del mundo.
Realizar una excursión a caballo, a pie o en bicicleta por los caminos naturales y rutas establecidos es una buena forma de acercarse a tan hermoso entorno. Destaca, sobre todo, el Parque Natural de s’Albufera d’Es Grau, un área refugio para numerosas aves acuáticas y migratorias que es, además, uno de los humedales más importantes del sur de Europa.
Otro de sus atractivos es el patrimonio arqueológico y cultural. Descubrirá interesantes conjuntos monumentales como el casco histórico de Ciudadela, restos prehistóricos como la Naveta des Tudons, yacimientos como los de Mahón, o incluso pequeños pueblos pesqueros que aún conservan las antiguas tradiciones.